A veces imagino
que llegas
doblando la esquina.
Y sentimos lo mismo,
y nos sobra la dicha.
A veces siento que vuelves
y me hablas poesia.
Todavía escucho tu voz…
Todavía veo tus ojos
cuando cierro los míos.
Y puedo dibujar tu rostro,
en un trazo.
Te veo desvanecido,
muriendo en mis brazos.
Duele sin medida,
tu recuerdo.
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