viernes, 7 de enero de 2011

Tu mirada

Tu mirada fría y distante
durante mucho tiempo torturó a mi corazón,
con melancolías de un tiempo que no volvería,
con melancolías de un tiempo que ya pasó.
Como ya no me sonreías,
no esperaba ansiosa el momento
en que tu rostro encontrara al mío…
No con ansias, si con temor.
No alegre, pero en dolor.
¡Y por dentro maldecías!
Porque trocaste la mirada de amor,
por la de tristeza.
Porque por odio cambiaste mis poemas y su belleza.
Porque preferiste tener libertad,
a mis caricias.
Y porque quisiste fingir en vano,
que no extrañabas las tardes de risas,
que no buscabas mi mano amiga,
que no imaginabas ya mi figura,
por las noches, cuando dormías,
que me habías olvidado…
que la distancia no te dolía.

No hay comentarios: